Desde el mes de mayo, cuando se terminó la veda, la presencia de pinchagua ha sido escasa en esa zona, donde más de 3 mil personas viven de esta actividad.
José Gilces, quien es parte de la cadena productiva, dijo que ahora la pesca está en un 30 por ciento de lo habitual, pues de diez toneladas que pescaba un barco ahora está por tres toneladas.