Una bomba de fabricación artesanal fue descubierta este jueves por la Policía ecuatoriana debajo del automóvil del jefe del Cuerpo de Bomberos de Quito, Eber Arroyo, y sometida a una detonación controlada.
El hallazgo se produjo luego de que una llamada telefónica anónima alertara sobre la colocación del explosivo en el parqueadero de la sede de la institución, situada en la calle Veintimilla, en una de las zonas comerciales más importantes de la ciudad, informó el diario público El Telégrafo en su edición digital.