Romel Tapia, jefe de la Policía Judicial de Manabí, indicó que los lugares allanados servían como centro de acopio, secado y distribución de las aletas que eran enviadas al extranjero. 

El jefe policial agregó que por la cantidad de aletas encontradas se descarta que éstas sean producto de la pesca incidental. En uno de los lugares allanados presentaron guías de pesca y varios documentos más, pero Tapia informó que en el proceso de investigación se determinó que existen guías donde se declara que salen a pescar tres albacoras, pero se reportan hasta 50 tiburones como pesca incidental. 

Los locales allanados estaban diseñados para mantener las aletas al sol y contenían varias tarimas de caña guadua; además se encontró sacos para almacenarlas y varias romanas que servían para pesar las aletas. 

Al momento de los allanamientos se encontraron varias personas que se encargaban del proceso de las aletas, quienes fueron detenidas para investigaciones. 

Tapia indicó que entre los detenidos hay varios extranjeros, a los que se investigará su estatus de residencia en el país.

Agregó que “esto es un gran atentado al medio ambiente, ya que según la cantidad de aletas se habrían sacrificado aproximadamente 25 mil tiburones”, indicó Tapia. 

Ramiro Ortega, subjefe de la Policía Judicial, indicó que los lugares allanados estaban en el sector de Villamarina, La Pradera y además se decomisaron cuatro armas de fuego.

PROHIBICIÓN. En Ecuador, el decreto ejecutivo 486 expedido en el 2007 prohíbe la pesca dirigida específicamente a tiburones, pero permite su captura “incidental”. 

Según las cifras que maneja el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), más de 850.000 especies marinas no objetivo mueren al año, acabando así con poblaciones enteras y desequilibrando los océanos. Entre esas especies está el tiburón.