“Lo estuvimos llamando para que almorzara y no salió, y al ver que no nos contestaba, mi hermano menor tuvo que tumbar la puerta de su cuarto, y fue allí que lo encontramos colgado del cuello en una viga a los lados de su cama”, dijo María Teresa Rodríguez al narrar que su hermano Pedro se había suicidado la tarde del sábado en el sitio Ciénega Grande, de la parroquia Bachillero del cantón Tosagua.

 

cambio radical. Sus familiares indicaron que desde hace más de tres años, sin razón alguna, Pedro se había aislado de la compañía de ellos y de la sociedad y pasaba encerrado en una pequeña habitación de su casa, señalaron que muchas veces no comía y estaba de mal humor.

Ramona Huerta, progenitora del fallecido, dijo desconocer el motivo del cambio de actitud de su vástago, ya que años atrás era una persona sociable que salía y se reunía con sus amistades del sector, pero que de la noche a la mañana él cambió. 

Los familiares manifestaron que luego de lo acontecido dieron conocimiento a las autoridades del cantón, siendo la Policía de Tosagua en conjunto con el fiscal de turno quienes tomaron procedimiento en el caso. 

“Somos pobres y pedimos que no se llevaran el cuerpo a la morgue de Manta porque no tenemos dinero para los trámites legales ni para la movilización del cadáver”, dijo su hermana María Rodríguez.