Nueve estudiantes de medicina fueron suspendidos en Uruguay y tardarán un año adicional en recibir sus diplomas, tras participar en un festejo al que uno de ellos llevó el cadáver de un paciente fallecido.
El caso, difundido por diario El Observador, tuvo lugar en el Hospital de Clínicas y despertó una indignación generalizada en Uruguay.
Según se informó, el cadáver fue trasladado desde un área de Emergencia, en donde falleció, por uno de los participantes de una celebración que los estudiantes realizaban a fines de abril por estar llegando al final de su carrera universitaria.
Ocho de los alumnos recibieron una sanción que les impedirá obtener sus diplomas este año. Mientras que el noveno estudiante, responsable de desplazar a la persona muerta, seguirá bajo investigación administrativa, señala el periódico en su página web.
Siempre, según el diario, los aspirantes a médicos fueron sancionados, pero por consumir alcohol al momento de su guardia.