Esta actividad es una de las manifestaciones artesanales con mucha tradición en la zona. Con esta técnica,  cuentan los pobladores, se hicieron los utensilios los antiguos habitantes indígenas, utilizando para ello las maderas de los ricos bosques. 

Hoy se sigue trabajando en la misma actividad. 

 

 TÉCNICA. A pesar de que ya existe la tecnología, los de San Antonio siguen con la costumbre de hacerlo manualmente. 

Uno de ellos es Telmo Fuentes. Desde hace 30 años se dedica a la elaboración de objetos de madera, que en su mayoría son religiosos. 

Para hacerlos usa entre cuarenta tipos de formones (herramienta manual de corte libre utilizada en carpintería). El cedro es la madera predilecta, pues no tiene aceite y es más fácil tallarlo.

Después de esto interviene Ximena de Fuentes, quien es la encargada de bañar en oro las esculturas.

 

 COSTOS. Para hacer una figura, a la que denomina “un poco complejo”,  se demora entre cuatro o cinco días. De igual manera, los precios varían según el tamaño y complejidad. Un Cristo de 30 centímetros podría llegar a costar hasta cincuenta dólares. 

Entre las figuras más complejas que ha hecho está una Virgen que la entregó a la capital. Era policromada y medía 1,20 metros. Este trabajo tuvo un costo de tres mil dólares y se demoró cinco meses en hacerlo. 

 

 Inicios. En 1980 comienza la actividad artesanal con la creación del Liceo Artístico, donde se impartía pintura, escultura, tallado y carpintería. 

Uno de los personajes más destacados de San Antonio de Ibarra  es Daniel Reyes, que en 1868 después del terremoto de Ibarra, se inicia como un ayudante de los escultores que llegaron desde Quito para restaurar las piezas de arte de templos e iglesias destruidas.