Mercedes Georgina Vásquez Intriago recuerda claramente esta canción que uno de los primeros admiradores que tuvo en su juventud le dedicó. A sus labios aflora una sonrisa y recuerda ese momento como si hubiera sido ayer.

 

Sus hijos, nietos y bisnietos  aplauden, felices de tenerla entre ellos, antes de pasar a la fiesta que por los 107 años de vida, que cumplirá mañana, ofrecieron ayer en su honor.

Doña Mercedes, nacida el 13 de abril de 1908 en San Plácido, que entonces era un sitio de Portoviejo, aunque recuerda al audaz pretendiente no se casó con él sino con Martín Pico Mendoza, quien la enamoró con cartas que le dejaba en los surcos de piñuelas, cuenta su hija Haydée, que heredó la afición de su mamá por la música.

“Dejaba el plato de comida para bailar”, dice doña Mercedes, con una voz apenas audible por las enfermedades que la aquejan por su avanzada edad. 

Anda en silla de ruedas y perdió la visión, pero se alistaba para su fiesta. “Ya que me la van a hacer la acepto”, añade. 

Y se acuerda que también le gustaba cantar.

Aunque hay momentos en que pierde la lucidez, dice su hija, su sentido del humor sigue intacto.

PÉRDIDAS. Su mayor dolor fue perder a 5 de los 10 hijos que procreó con su esposo, quien falleció hace 20 años en un accidente de tránsito. Están vivos sus hijos Bartolo, Haydée, Wilfrido, Celia Mercedes y Ángela Rosa Pico Vásquez. Tiene 70 nietos y “muchos bisnietos”.

CELEBRACIÓN. Ayer, desde diversos lugares llegaron los descendientes de doña Mercedes para agasajarla. 

Su hija Celia Mercedes recuerda que le decía: “No en balde fui polla antes de ser gallina”, cuando ésta andaba enamorada. Ese es el consejo que luego dio a sus hijas y ahora a sus nietas, recalca.

‘Las mañanitas’, acompañada en la guitarra por su yerno, fue cantada ayer por sus familiares, en un momento de regocijo por los 107 años.  

¡Salud por la cumpleañera!