Quien sí la obtuvo fue Miguel C., un joven de 22 años habitante de la parroquia Eloy Alfaro. Él adquirió el medicamento hace tres meses, en una farmacia donde atiende un amigo del barrio.  

Janeth Loor, quien atiende una farmacia cercana al hospital Rafael Rodríguez Zambrano, contó que unas tres jóvenes al mes llegan  interesadas en comprar la Cytotec.  

Según Loor, son jóvenes de 18 a 22 años de edad que buscan la pastilla para provocar un aborto. 

Loor aclaró que la venta es sólo con receta médica.

>Consecuencias. Letty Asanza, obstetriz del hospital Rafael Rodríguez Zambrano, explicó que la Cytotec o Misoprostol se usa exclusivamente para problemas gastrointestinales y no para interrumpir embarazos. 

En la presentación del medicamento también se lee que las tabletas se pueden usar en pacientes con enfermedades vasculares y cerebrales. Y por reiteradas ocasiones advierte de su uso para mujeres en gestación. 

Asanza recordó que hace varios años una mujer que tomó la pastilla para abortar murió en el hospital. 

La víctima sufrió una hemorragia catastrófica que le quitó la vida. La obstetriz aseguró que éste es el principal riesgo que una mujer tiene al tomar esta pastilla para interrumpir un embarazo. En otros casos la mujer podría quedar a un paso de sufrir anemia por la pérdida de sangre. 

Mirtha Chávez, coordinadora de Ginecología y Obstetricia del hospital, añadió que si no hace efecto la pastilla y la mujer se arrepiente de abortar, el niño nacerá con algún tipo de enfermedad o discapacidad cerebral.   

Las doctoras coinciden en que al mes la casa de salud recibe hasta tres casos de mujeres que ingieren la pastilla y terminan en una grave hemorragia. 

Sostienen que varias de ellas niegan haber ingerido el medicamento, pero cuando se las somete a una limpieza vaginal les descubren restos de la pastilla.