El hecho de tener esta  dama los atributos profesionales que la adornan, en estos tiempos de ajustes económicos y necesidad de cambios, como también por ser urgente incrementar la producción, augura éxitos en sus funciones, las que de seguro se remitirán a la pronta aplicación del amplio contenido del Código de la Producción, cuerpo legal que fue desarrollado y puesto en vigencia en su anterior ejercicio ministerial del que fue trasladada a mejorar las especiales relaciones con la potencia del norte, que ella las deja en un muy buen nivel. 

Aparte, es un buen mensaje que envía el gobierno central a esta provincia el hacer que alguien de este suelo sea miembro del gabinete ministerial, ausencia que afectaba el sentir de la población de Manabí. Se considera que del contenido de dicho Código de la Producción, la aplicación de las disposiciones que estimulan las iniciativas privadas, como decir la parte reemplazante a la derogada ley de zonas francas, que son los articulados que crean las Zonas Especiales de Desarrollo Económico – ZEDES, cuya primera instalación  en Manabí fue planeada en el anterior ejercicio ministerial de Cely, no hacen más que confirmar que es una buena noticia el retorno de esta dama, a quien el mismo presidente Correa alguna vez la consideró presidenciable, lo que hizo que en este espacio, el 23 de mayo de 2011, este contador de historias haya reseñado ese hecho.

La potencialidad de esta región, que bien conoce la actual ministra en todos sus ámbitos, será aprovechada en sus directrices, por lo que es de recomendar el pronto acercamiento de las autoridades y emprendedores manabitas para colaborar con el buen equipo que, de seguro, ella formará para la materialización de las tareas que surgirán de sus iniciativas, entre las principales, que con su carisma y provisión de confianza atraerá la esquiva inversión privada nacional y extranjera, promoverá la competitividad y estimulará la producción exportable, principalmente, generando con todo esto más empleos para la población, como bien ella ya ha manifestado. 

Aunque sea manida la expresión, se le desea “buena mar y mejores vientos” a la flamante ministra.