Ellos, quienes prefirieron no identificarse, señalaron que los atrasos se vienen dando hace más de una semana. 

La obra, que está a cargo de un consorcio de dos empresas (una pública y una privada), se construye tras el parque de la Juventud y la Familia y tiene un 30 por ciento de avance.

El edificio tendrá capacidad para albergar a 3.840 estudiantes.

Geovanny Benítez, prefecto, indicó que en la obra trabajan varios subcontratistas en tres turnos distintos.

“Si se levanta un módulo de aulas se subcontratan los trabajos, cada uno es responsable de su parte y se le paga conforme avanza”, afirmó Benítez. 

El prefecto reveló que el problema de los obreros impagos es causado por los subcontratistas, “no presentan las planillas y a eso se debe el problema, será cuestión de pocas horas o días para que se encuentre una solución. Por plata no es el inconveniente, de pronto es administrativo”, manifestó. 

Este martes a las 10h00 un grupo de autoridades se reunió para hacer un análisis de la ejecución de la obra.  

> sin permisos. La construcción del ITT ha estado enmarcada en la polémica.

A  mediados de febrero el alcalde Víctor Manuel Quirola anunció una posible clausura de la obra por no contar con los permisos de construcción. 

Días después la gobernadora Doris Merino dio a conocer que ya se habían mantenido reuniones con el burgomaestre a fin de que la acción no procediera.

Merino se comprometió a presentar los documentos para que el municipio les otorgue los permisos.

La obra tienen una inversión de 7 millones 800 mil dólares.