Mónica Hernández, encargada del proyecto, dijo que ahora el programa va direccionado a que se postergue el inicio de vida sexual. 

“Queremos que eso se haga, nosotros creemos que eso es lo mejor para el adolescente, pero la decisión la tienen ellos, y ellos van a poder tomar mejores decisiones si es que tienen la información de todo”, explicó.

Según Hernández, a 9 de cada 10 adolescentes les hubiera gustado hablar de sexualidad con sus padres, por lo que se capacitará a 840.000 familias en todo el país.

La propuesta ha recibido críticas. María Paula Romo, exasambleísta, cree que es un retroceso. “Cuando el Estado trata de decirme ‘la moral oficial va por este lado, la moral sexual oficial va por este lado’, es muy delicado, independientemente de los que nos diga. Si es que un día vienen y nos dicen ‘bueno, todo el mundo debe tener una vida sexualmente activa y con estas características’, también sería una intromisión del Estado”, dijo.