Desde niño quería ser un agente que trabaje por el bien ciudadano por ello aprovechó la apertura de la escuela de Policía en la capital manabita, precisamente en las instalaciones del comando provincial.

El domingo empezaron las clases. Trabajos físicos y normas básicas como cuadrarse en la fila o marchar con ritmo son parte de las primeras clases o el proceso de inducción como le llaman en la entidad.

Título. El joven es optimista porque dice no solo será policía sino que además, cuando culmine el proceso, obtendrá el título de técnico en seguridad y orden público.

Rodrigo Hidalgo Loaiza, director de la escuela de Portoviejo, señaló que efectivamente por primera vez están aplicando en la ciudad esta modalidad que entrega títulos de tercer nivel a los policías de línea. 

Explicó que para este proyecto se firmó un convenio entre la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) y el Ministerio del Interior para que institutos y universidades capaciten a los aspirantes.

En Portoviejo y Manta, donde se aplica el plan, las clases estarán a cargo del Instituto Paulo Emilio Macías. El régimen académico se iniciará el 16 de marzo.

Hidalgo destacó que esto es parte del cambio que se aplica en la Policía, que toma muy en cuenta la formación de sus elementos. Mencionó que además de las pruebas físicas, psicológicas y académicas también se contemplan las de toxicología y del polígrafo.

En el proceso de formación policial lograron ingresar 114 aspirantes. 

Juan José Medina es uno de ellos. Llegó desde la ciudadela Martha de Roldós de Guayaquil. A sus 21 años quiere hacer realidad el sueño de ser policía como su papá, además lo motiva el amor de su hija de 18 meses.

El proceso de formación dura 18 meses. Durante el primer mes no tendrán contacto con familiares. El Ministerio les entrega uniforme, alimentación y hasta un bono para gastos personales. Los aspirantes están motivados. A las 05h00 ya están en pie listos para las pruebas físicas. La jornada termina a las 20h00 y sólo quedarán los que mayor carácter demuestren.

“Se quedarán en Manabí”, Rodrigo Hidalgo, director de la escuela