Deshidratación, mareos, vómitos, entre otros factores, podrían evitarse si se toman ciertas medidas, explican.

Alimentación. Magdalena Véliz, nutricionista de Bienestar Estudiantil de la Universidad Técnica de Manabí (UTM), señala que antes del viaje “no se deben hacer comidas pesadas para que no se presenten problemas gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarreas”, dice.

La correcta alimentación debe estar en relación además con el horario de viaje.

Si es en horas de la mañana, aconseja Véliz, un buen desayuno estará compuesto por jugo natural o té, una tostada integral, una rodaja de queso y frutas.

Hidratación. Otro de los trastornos frecuentes en quienes viajan son los dolores de cabeza. 

Dice Juan Carlos Mejía, médico general, que para evitar estos dolores y otras incomodidades derivadas de los viajes “se recomienda una correcta hidratación, mediante el consumo de agua (durante el vuelo) y evitar permanecer mucho tiempo en la misma posición”, destaca.

Ante mareos. Además, Yandri Moreira, médico, aconseja que las personas que sufren constantes mareos pueden tomar un medicamento, previo al viaje, para hacer frente a este efecto. Este siempre debe ser recetado por un médico.

Evitar la resequedad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la humedad que se registra en los aviones es normalmente menor a un 20 %, por lo que las personas que viajan se exponen a la deshidratación y sequedad de la piel. 

Por ello, la OMS recomienda usar crema hidratante incluso en los labios.

Movilidad. La inmovilidad prolongada es otro de los factores que afectan la circulación sanguínea del viajero, destaca Mejía.

La mala circulación en miembros inferiores puede provocar hinchazón, rigidez y molestias.

Por ello se recomienda caminar por el pasillo del avión -y también si se viaja en bus- para contrarrestar estos efectos.

Consulta. Si se sufre de trombosis y otros problemas en las extremidades inferiores se debe consultar a un médico antes de realizar el viaje. 

Mejorar la circulación. Por último aconsejan los profesionales médicos, que para mejorar la circulación en el viaje es importante el uso de prendas cómodas e incluso calzado confortable.