Por el respeto que me merece la opinión pública de Manabí, me veo en la inevitable obligación de aclarar un comentario que se ha publicado en “El Diario” el día 23 de enero/2015, en su página 27A, de autoría del médico deportólogo Orlando Barcía Farías, quien haciéndose eco de una información periodística que se publicó en días pasados con caracteres notables, se afirmó que el suscrito “se jubiló como Docente pero no como Director”.
El hecho de que me haya acogido a un derecho establecido por la Ley desde hace 61 años y que lo recoge la actual Ley de Educación Superior, que beneficia a los docentes universitarios que han cumplido los años de servicios exigidos legalmente, al que se han acogido miles de docentes y muchos que han ejercido el Rectorado en las Universidades y Escuelas Politécnicas, resulta que por haber tenido la delicadeza de hacerlo conocer al Consejo Universitario, he cometido una falta, sabiendo muy bien que el ejercicio de ese derecho NO me impide continuar en mis funciones de Rector, cargo para el que no es requisito estar en actual ejercicio de la docencia sino el haberla ejercido por un período de cinco años.