“Para que este valor funcione en una relación primero se debe ser honesto con uno mismo”, expresa.

Saber cómo transmitir el amor que se tiene el uno al otro juega un rol fundamental, dice esta mujer de 30 años.

Melani Penna, psicóloga, afirma que la mayoría de los seres humanos ve el valor de la honestidad como un factor necesario para que las relaciones humanas se desenvuelvan y crezcan en un ambiente de confianza y armonía.

Consejo. Según la asesora pedagógica Blanca Loor Lino, la mejor manera de enseñar los valores es con el ejemplo. 

“Dile que no estoy”, “dile que más tarde vengan”, “dile que estoy fuera de la ciudad”, son expresiones que conducen en un futuro a la mentira. Por ello es fundamental que desde el hogar los padres enseñen a sus hijos a ser honestos, explica la psicóloga.

Práctica. Ella agrega que las acciones del diario vivir son el fiel testimonio de la práctica de los valores. “Los hijos solo con ver aprenden”, aconseja Loor. 

La forma más práctica de inculcar este valor a los más pequeños de la casa es a través de las tareas o el diálogo en la mesa. “La hora de la comida, tarea o descanso deben ser aprovechados para enseñar buenas acciones a los hijos”, indica la especialista.

Se está mermando. Según los psicólogos, en la actualidad se vive en una sociedad en que la mayoría de la gente opina de todo y se juzga a todos. 

“El discurso con la práctica no se coordina”, menciona Gustavo Antón Vera, psicólogo educativo.

Este valor , según Antón, es uno de los principios éticos fundamentales en la práctica profesional y va ligado a otras actividades que realice el ser humano.

“Este es uno de los valores que no se está poniendo en práctica, debido a que los padres no lo están inculcando”, expresa Antón.

Educación. Para Mariana Cheme, psicóloga educativa, el valor de la honestidad incide en el campo educativo. 

“Enseñar los valores en el hogar va de la mano con lo que se enseñe en las unidades educativas”, dice. 

Añade que con el tiempo quienes no han puesto en práctica este valor tanto en lo personal como profesional pueden sentir en un futuro frustración, precisa Cheme.