“Todo tiene solución si por ejemplo se trata de disgustos, el tiempo es valioso y hasta el 31 de diciembre es bueno considerar soluciones de algún conflicto o riña entre familiares o amigos”, sugiere. 

“La organización permite desarrollar una adecuada comunicación para, así, recibir el año con tranquilidad en estas fechas”, indica Acosta.

 

 proyecciones. Diana Moreira, psicóloga clínica, explica que un estado de ánimo negativo puede ser motivo para no disfrutar de este momento. “Hay personas que se quedan detenidas en los fracasos o en los logros obtenidos, pero no hacen nada mas allá, es imprescindible planificar nuestro futuro”, resalta. Ella explica que se deben tener metas y proyecciones para elevar la confianza, “se deben incluir posibles logros en lo material, en lo físico, académico, familiar, social, espiritual, laboral, y en cada aspecto de nuestras vidas”, indica.

 

 espiritualidad. 

Nora Escobar vive en Manta, y a pesar de que ha residido la mitad de su vida en Estados Unidos, ella considera que esta ciudad es su hogar. Para recibir el nuevo año Nora pasará con su hija adoptiva y sus nietas, con quienes realiza una actividad que le llama “terapia del libro abierto”, y que consiste en escribir los eventos más importantes y los que les causaron algún tipo de problema. Después lo dialogan, buscan soluciones y se trazan nuevas metas para el próximo año. “En estas fechas, la unión espiritual y la aceptación de los cambios es importante para recibir de la mejor manera el nuevo año”, dice. 

 

 dar gracias. Nora cree que lo esencial para prepararse en familia consiste en dar las gracias por lo que se tiene y estar cerca de los seres queridos, y si esto no es así, es el momento de acercarse y disfrutar. 

Ella cuenta que justo la noche del 31, con un grupo de amigas realiza un ritual en agradecimiento a la “madre tierra”, para lo cual visitan una playa para despejar la mente y tener tranquilidad. “Es la comunicación con el espíritu de la tierra con quien contactamos, esto nos trae tranquilidad. Debemos ser siempre agradecidos”, explica Nora.

 

 reunión. La familia Cedeño, por su parte, es más tradicional, cuenta Jorge Cedeño, quien recuerda que desde muy pequeño estas fechas las disfrutan con una cena. “Casi todos los años realizamos alguna actividad, pero nunca se inicia con el mismo número de personas, siempre aumenta, porque los del barrio se integran y hacemos una gran fiesta entre todos. Todo empieza la mañana del 31, cuando mis tíos comienzan a limpiar el patio de la casa”, cuenta Cedeño. “Mi papá está dando los últimos toques a la comida y reservando sillas para los invitados, los cuales siempre terminan en bancos pequeños porque los vecinos traen los suyos de sus casas”, dice. Además comenta que tiene algunos parientes que creen en las cábalas y por eso hacen algunas, como comer doce uvas. “Aunque se realicen (las cábalas) o no, lo importante es estar en unión y tratar de limar alguna aspereza que se tenga entre amigos o familiares, para estar tranquilos en el nuevo año”, expresa.