El titular de esa cartera, Fausto Herrera, consideró que la calificación refleja “la mayor flexibilidad fiscal que tiene el Estado ecuatoriano, su sólida posición de liquidez, la mejora en el clima de inversión y su acceso a diferentes fuentes de financiamiento”.
Según el ministro, la firma reconoció con esta mejora de la calificación las políticas gubernamentales ante el descenso del precio del petróleo, entre ellas el acceso a crédito de organismos multilaterales y la propuesta de ley tributaria, que propiciará mayores ingresos fiscales y acelerará la inversión privada.
Herrera señaló que esta calificación significa para Ecuador acceder a financiamiento más barato y en mejores condiciones.
La calificación de riesgo mide la capacidad de un país de pagar sus obligaciones o deudas. Según la página de la calificadora, CAA1 significa que las emisiones (de bonos por ejemplo) se consideran especulativas con mala reputación y están sujetas a un riesgo crediticio muy alto. Mientras que B3 se consideran de grado intermedio y están sujetas a un riesgo crediticio moderado, por lo que pueden presentar ciertas características especulativas.