Al espacio público no se lo cuida, se ignora la importancia de la limpieza, no se entiende lo nocivo de la contaminación visual y acústica; las leyes de tránsito son irrespetadas y ni siquiera los miembros de la policía parecen comprometidos con hacerlas cumplir. No en vano somos parte del Ecuador y como ecuatorianos tenemos esos rasgos sociales que nos hacen diferentes pero que son fuertes obstáculos para el desarrollo.  Así las cosas,  la labor a cumplir por la administración municipal es muy grande pero amerita ser iniciada por la necesidad de comenzar un proceso pensado y planificado con el propósito de cambiar la forma de vivir y construir en Portoviejo. 

Lograr que las instituciones que participan en la dinámica urbana se comprometan a través de su gestión a fortalecer normas sociales de convivencia constructiva y a realizar sus funciones con el mayor respeto a la ciudad. El Municipio, por su parte, debe tratar de ordenar lo que ya existe como infraestructura, mejorar el aspecto de las calles y plazas, acabar con la contaminación visual de terrenos abandonados no cercados convertidos en basureros y de los letreros y anuncios mal situados, con negocios improvisados que invaden el espacio público,  con las casas y edificios carentes del necesario mantenimiento o simplemente inacabados. La reubicación de los comerciantes del centro de la ciudad, que ocupan las calles y plazas y la necesaria coordinación con la Policía Nacional para iniciar una campaña preventiva que busque se respeten las normas de tránsito.  Por su puesto que son necesarias iguales gestiones con los distintos niveles educativos para apuntalar una nueva forma de vivir en Portoviejo que más que dinero requiere de compromiso y de un verdadero amor por la ciudad.