Clarita Zambrano, viceprefecta de Manabí, manifiesta que “la Novena de Navidad es una tradición que se mantiene por años en nuestra sociedad y que nos permite a los católicos celebrar la llegada del Niño Jesús”.

Explica que esta práctica se realiza para poder inculcar en la gente el buen sentido de la Navidad, una celebración de regocijo y unión familiar, destaca.

“Toda mi vida me he criado en un ambiente religioso y sobre todo de festejo de la verdadera Navidad. Siempre recuerdo a mis padres, que eran entusiastas por hacer el nacimiento del Niño Jesús”, manifiesta Zambrano.

La portovejense Rosa Andrade, más conocida como “La tía Toti”, indica que hace más de 10 años en su hogar se llevan a cabo la novena navideña.

Ella asegura que esta actividad es un acto de adoración al Niño Jesús y que la realiza con la finalidad de permitir que personas de todas partes puedan disfrutar de estas fechas de una forma más espiritual. 

“La novena es una hermosa manera de recibir al Niño Jesús, no sólo que prepara los corazones de quienes le siguen con fe y devoción, sino que produce una atmósfera familiar, llena de amor”, expresa Andrade.

DETALLES. Andrade menciona que la Novena es una devoción que se practica durante nueve días antes del nacimiento de Jesús.

Esta tradición se lleva a cabo antes de la Nochebuena. Es una costumbre en muchos países, una práctica tradicional de la religiosidad popular que tiene como principal objetivo alabar al Señor y demostrar la alegría por el nacimiento del Niño Jesús, dice.

Lila María Saltos, portovejense, afirma que esta tradición inició en el siglo XVIII.

Ella comenta que las novenas dan la posibilidad de, además de adorar al Niño Jesús, hacer un recordatorio de todas las bendiciones que se reciben.

EL ESPÍRITU. El padre Vicente Saltos, párroco de Nuestra Señora de la Merced en Portoviejo, dice que “con frecuencia se habla del espíritu de Navidad. Para unos, es simplemente un sentimiento de alegría contagiado por el ambiente festivo y solidario que se difunde en estas fechas. Pero, para otros muchos, tiene un profundo sentido religioso, de fe, donde la alegría proviene de la presencia de Jesús, el Hijo de Dios, que llega para ser el “Enmanuel”, es decir, el “Dios con nosotros”. Todo gira en torno a este misterio, se conmemora el nacimiento del Hijo de Dios y los cristianos nos sentimos bendecidos,  acompañados y llamados a compartir la misma vida de Dios que nos trae Jesús con su nacimiento. Que la novena de Navidad que vamos a celebrar en nuestros barrios, sectores, comunidades y familias, nos ayude a crecer en la conciencia de que somos amados y bendecidos por Dios. Por su parte, Irma Acuña, catequista portovejense, menciona que no es necesario que el pesebre que se coloque sea grande, sino que esté armado con amor y fe.