Las integrantes del Movimiento de Mujeres se subieron a las unidades de transporte para “sensibilizar a las personas de que en cualquier lugar necesitamos dar y recibir un buen trato”, dijo Mercedes Yánez, técnica de la entidad.

Ellas colocaron stickers en los buses.

La mujer indicó que una de las formas de violencia más frecuentes en los buses es irrespetar el asiento único.

“Las personas con discapacidad y las embarazadas muchas veces tienen que viajar de pie porque hay gente que se rehúsa a ceder el asiento”, manifestó Yánez.

Eso lo sabe bien Estefany Samaniego. Ella viajaba en uno de los vehículos que fueron abordados ayer.

“Tengo una niña de seis meses y a diario uso bus con ella en brazos, el asiento único casi siempre está ocupado”, sostuvo la mujer.

Pedro Criollo, de 67 años, también tiene su punto de vista del trato que ofrece el transporte urbano. 

“Cada quien mira por sí mismo y no por los demás, muchas veces he tenido que cederle el puesto a mujeres con niños en los brazos o embarazadas porque los jóvenes no lo hacen”, manifestó el hombre.

Diariamente en los buses urbanos viajan 143 mil 105 personas.  

La cifra responde a un estudio que realizó la Empresa Pública Municipal de Transporte Terrestre, Tránsito, Seguridad Vial y Terminales Terrestres. 

Para llevar a cabo las encuestas y tabulaciones, participaron 18 estudiantes del tercer año de bachillerato, especialidad Informática, del colegio Oswaldo Guayasamín, a finales del año anterior. 

El Consejo Cantonal para la Protección de Derechos elaboró el mes anterior una encuesta en la que 150 personas opinaron acerca del trato en los buses urbanos.

“Aún no tenemos listos los resultados”, señaló Yánez.

os buses urbanos fueron los escogidos por el Consejo Cantonal de Protección de Derechos, CCPD, para emprender una campaña en contra de la violencia. 

Las integrantes del Movimiento de Mujeres se subieron ayer a las unidades de transporte para “sensibilizar a las personas de que en cualquier lugar necesitamos dar y recibir un buen trato”, dijo Mercedes Yánez, técnica de la entidad.

Ellas colocaron stickers en los buses.

La mujer indicó que una de las formas de violencia más frecuentes en los buses es irrespetar el asiento único.

“Las personas con discapacidad y las embarazadas muchas veces tienen que viajar de pie porque hay gente que se rehúsa a ceder el asiento”, manifestó Yánez.

Eso lo sabe bien Estefany Samaniego. Ella viajaba en uno de los vehículos que fueron abordados ayer.

“Tengo una niña de seis meses y a diario uso bus con ella en brazos, el asiento único casi siempre está ocupado”, sostuvo la mujer.

Pedro Criollo, de 67 años, también tiene su punto de vista del trato que ofrece el transporte urbano. 

“Cada quien mira por sí mismo y no por los demás, muchas veces he tenido que cederle el puesto a mujeres con niños en los brazos o embarazadas porque los jóvenes no lo hacen”, manifestó el hombre.

La cifra responde a un estudio que realizó la Empresa Pública Municipal de Transporte Terrestre, Tránsito, Seguridad Vial y Terminales Terrestres. 

Para llevar a cabo las encuestas y tabulaciones, participaron 18 estudiantes del tercer año de bachillerato, especialidad Informática, del colegio Oswaldo Guayasamín, a finales del año anterior. 

El Consejo Cantonal para la Protección de Derechos elaboró el mes anterior una encuesta en la que 150 personas opinaron acerca del trato en los buses urbanos.

“Aún no tenemos listos los resultados”, señaló Yánez.