Un juez de paz es la persona que se encarga de resolver pequeñas contravenciones, sin que estas lleguen a judicializarse, siempre que haya acuerdo entre las partes en conflicto. 

Así se evita la judicialización de muchas causas.

Arteaga y Pico pertenecen a la parroquia urbana Los Esteros. 

Ellos fueron elegidos luego de participar en un proceso organizado por el Consejo de la Judicatura en el que  desarrollaron sus habilidades y destrezas como mediadores de conflictos y tuvieron exposiciones audiovisuales sobre temas como lectura del conflicto y su reparación, mediación, entre otros. La Constitución establece que los jueces y juezas de paz serán elegidos por su comunidad, también pueden removerlos del cargo, según un boletín de la Judicatura.