La economía venezolana lleva más de dos años estornudando y el resfriado se siente ahora en varios sectores de Manta y Montecristi.

Alexandra Delgado estuvo cinco años en Caracas, donde trabajó como empleada doméstica. Para ella la muerte de Hugo Chávez, en marzo del 2013,  fue el puntillazo final para que el país vaya en caída limpia a la crisis económica. 

“Con Chávez estábamos bien, con Maduro no hay futuro”, sostiene esta mujer de 32 años, quien vive desde hace dos meses unas vacaciones forzadas en casa de sus padres en la comuna Cárcel Eloy Alfaro (Montecristi). 

En sus planes no está volver a Venezuela, no por ahora, porque dice que las cosas están mal. Hay que despertarse a las cinco de la madrugada “para ir a hacer fila al supermercado y tener para comer”.

Alexandra hacía con su dinero lo mismo que el resto de los ecuatorianos: ganaba en bolívares y cuando enviaba el dinero a Ecuador se transformaba en dólares, pero todo cambió en febrero.

Ese mes el gobierno venezolano suspendió los envíos de remesas de hasta 300 dólares mensuales, que se hacían a la tasa de cambio oficial de 6,30 bolívares por dólar.

En los ‘60. En Venezuela viven cerca de 100 mil ecuatorianos. La primera oleada de migrantes ecuatorianos llegó a Venezuela en la década de los ‘60, impulsada por el “boom” petrolero.

De las zonas rurales de Manta y Montecristi viajaron muchos a trabajar como albañiles, en la confección de ropa y como empleadas domésticas.

Regresaban a sus tierras para participar de las fiestas de San Pedro y San Pablo, y luego viajaban tres días en bus. En los últimos años algunos iban en avión.

Ricardo Lucas tiene 55 años  y vivió 30 en Venezuela. Hace tres meses hizo maletas y se vino a Manta. Este chavista hasta la médula sostiene que conseguir trabajo en Caracas es cada vez más difícil, y prefirió regresarse. 

Ricardo no termina de adaptarse a su nueva vida en Ecuador, pero cree que fue la mejor decisión que tomó, “porque las cosas allá estaban jodidas. Extrañamos a Chávez”, sentencia.

Chávez es una leyenda y un mártir para unos, y para otros fue un demagogo. Venezuela está partida en dos.

Además del deterioro de la situación económica y una aguda escasez de alimentos y productos básicos, Venezuela es golpeada por la delincuencia común que la convierte, según la ONU, es el segundo país más violento de la región, con 53 homicidios por cada 100 mil habitantes.

En diciembre. Julio Delgado es presidente de la comuna Cárcel Eloy Alfaro de Montecristi, y señala que en las últimas semanas se han regresado cinco personas desde Venezuela; no están de paseo, se regresaron definitivamente.

En su comuna hay mil habitantes, de los cuales 300 se marcharon a vivir a Venezuela y algunos prevén regresar a finales de año para quedarse.

“Muchos amigos que están allá me han llamado por teléfono para decirme que se van a regresar”, recalca el dirigente.

El viaje de regreso es todavía a cuentagotas, a diferencia del que ocurrió hace 40, 30 y 20 años, cuando muchos manabitas viajaron a Venezuela.