Y ya hasta se ve esta discrepancia como que más pareja, o por lo menos, ya no tan desigual como antes, cuando las encuestas ponían al partido de gobierno, arrasando y con una mayoría aplastante. Ahora como que las cosas en algo han cambiado, y hablar a decir de la encuestadora Cedatos de un 73% de ciudadanos que se inclinan de que las reformas constitucionales se las haga vía consulta popular para ver y conocer previamente el pronunciamiento de Juan Pueblo  resulta una evidencia de esta paridad.

Entonces como que fácil es el advertir que de no mediar una solución  salomónica en este tema de la subida de los pasajes, con el costo que sí representa esta impopular medida, la pugna puede y va a tener notoria incidencia en la vida política del país, pues conociendo al Presidente Correa como un permanente ganador, que ni siquiera acepta los resultados del último proceso electoral donde perdió las alcaldías de las principales ciudades del país, el tema se advierte será de expectativa. Y como el poder es innegable que desgasta, por más obras  que a diario se dan en todas las regiones del país, estas mismas en puntuales casos, no obstante las necesidades que suplen, dejan efectos negativos, principalmente por el manejo en costos que le da libremente y sin control, la burocracia insaciable, que se nutre y a millares surgir en estas ejecuciones.

De ahí que Nebot, receptando en gran medida el sentimiento de un significativo conglomerado de ciudadanos, exige equidad en el tema de los subsidios, gritando a los cuatro vientos que si es el gobierno quien ha concedido estos para neutralizar el incremento de los pasajes, sea el propio gobierno quien asuma su eliminación, y si esto se da, compense a los gobiernos seccionales para seguir manteniendo estos, o asuma el inevitable incremento. Y como se vive la época de las vacas flacas, se suspenda el vilipendio y el despilfarro del presupuesto en obras muchas de ellas, solo suntuarias y con precios de escándalos y sin control estatal, y no se siga golpeando a la ciudadanía con  anunciados incrementos en impuestos hasta en la comida chatarra, afectando esto sí,  a los ciudadanos  de escasos recursos que miran atónitos, como día a día se reduce su presupuesto para mantener una vida digna.