Su cambio inició a los 16 años cuando se dio cuenta de que ser hombre no era lo suyo. 

Hoy en día, 10 años después, su cuerpo ya no es el mismo, las curvas pronunciadas resultan en ella un atractivo.

Shantal es estilista y promotora de salud, trabaja en la Fedetrans (Fundación Ecuatoriana de Transgeneros) y por ello está involucrada en las causas de inclusión de la comunidad GLBTI (gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros e intersex). 

Sin embargo, las tijeras, los tintes y los cepillos son lo suyo. “Soy estilista porque es algo que me gusta, pero hay personas GLBTI que no han tenido otra opción en la vida”, dice mirándose en el amplio espejo de la peluquería donde trabaja.

Stefy es una de ellas. Nació hombre pero al terminar la escuela se dio cuenta de que vivía en el cuerpo equivocado. 

Les dio la noticia a sus padres a los 14 años, cuando ellos estaban planeando comprarle un esmoquin para su fiesta celeste que Stefy quería convertirla en rosada. 

Su anhelo no se cumplió, ese mismo día su padre la botó de casa sólo con lo que tenía puesto.

Llegó a una peluquería pidiendo ayuda y allí un gay le brindó un techo. 

Desde ese día Stefy se gana el sustento cortando cabello y pintando uñas.

Hay un alto porcentaje de transexuales que también se dedica a la prostitución. 

Shantal confiesa que eso es una realidad local. “Eso se puede comprobar si vas en la noche al terminal (terrestre), allí hay varias chicas que se ofrecen por necesidad”, dice. 

En la provincia hay una organización denominada Colectivo GLBTI. Ellos aún no cuentan con estadísticas de las ocupaciones de sus miembros. El grupo está conformado por personas con historias distintas. Uno de ellos es Carlos Saltos, él es funcionario público y enfermero.

“La gente piensa que quienes pertenecemos al colectivo sólo podemos ser peluqueros o cocineros y eso es parte de la idiosincrasia equivocada de la gente”, señala.

“La mayoría no tiene acceso a la educación y por eso se dedica a actividades artesanales”, dijo Sebastián Villalba, él es gay y gestor financiero.