Esto mientras la Ambato poco a poco recuperaba la normalidad.

Desde ese día, el municipio comenzó a mejorar la movilidad de las principales calles del centro de la ciudad y “esta tarea también ha sido asumida por el actual alcalde”, dijo Marco Villareal, director de Control Territorial del municipio.

Sin embargo, el ordenamiento de la Ambato no le ha traído cosas buenas a Julio Cajas.

El hombre hasta el año pasado era dueño de una pañalera y hoy, según dice, perdió el negocio y está empezando de cero.

Una mesa y dos estanterías son parte del mobiliario de su local de venta de víveres.

“Los comerciantes que estaban en la vereda atraían el comercio en esta calle”, dice Cajas mirando a un grupo de vendedoras de legumbres que tratan de permanecer con sus canastas en dicha arteria mientras un policía municipal les aconseja que expendan sus productos en otro sitio. 

Para Cajas el haber perdido su clientela es una consecuencia de los cambios que ha vivido la calle Ambato.

“La calle ha cambiado pero para mal, las ventas han bajado”, señala el comerciante que vive desde hace 30 años en el sector.

A pocos pasos del negocio de Cajas está Juana Timaguana, quien desde hace tres años ha hecho del comercio su único sustento.

Ella recorre las calles del centro de Santo Domingo vendiendo manzanas y peras en fundas que cuestan un dólar.

Timaguana cree que desde que la Ambato es otra, la calle no es una buena plaza para vender.

“Antes aquí se vendía bastante, hoy casi no hay gente”, manifiesta Timaguana.

Según el director de Control Territorial municipal uno de los objetivos de la actual administración es mejorar la movilidad de los peatones en sectores como las avenidas Quito y 29 de Mayo, calle Galápagos.

Además de mantener en orden la Ambato.

“Estamos emprendiendo campañas de concientización y de socialización de las ordenanzas municipales, lo que buscamos es poner orden en la ciudad”, refirió el funcionario.

Las medidas se han extendido hasta sectores como el redondel del Círculo de los Continentes en operativos nocturnos que buscan controlar que no se desarrolllen actividades comerciales en la vía pública, según Villareal.