Según la última Encuesta de Superficie y Producción, ESPAC, del INEC, Manabí cuenta con 50.376 hectáreas de plátano, mientras que en todo el país se registran 151.441, para una producción global de 604.133 toneladas métricas, de las cuales se exportaron el año pasado 200.635 TM, que contabilizaron casi 80 millones de dólares, la mayor parte de ellas obtenidas en los campos del Cantón El Carmen. Lo que no se vendió al exterior representa la nada despreciable cifra de 400 mil toneladas que se consume internamente o como materia prima para la elaboración de diferentes productos procesados, que empiezan a conocerse en el mercado mundial, aumentando la demanda gracias a su óptima calidad, por el profesionalismo con que se lo prepara y el nostálgico requerimiento de los latinos.

Lo expresado revela la enorme trascendencia de esta especie convertida en  elemento básico de la alimentación diaria de los ecuatorianos, que la degustan en las más variadas formas, no sólo en las provincias tropicales donde crece, sino en todo el territorio nacional, constituyendo también un gran aporte a las exportaciones y por tanto generadora de divisas que tanta falta hacen a la nación, no se diga el rol que juega en la creación de fuentes directas e indirectas de ocupación permanente para miles de compatriotas, hombres y mujeres, que tienen en esa musácea la primera alternativa de sus ingresos. Es por tanto obligación del Estado, en todas sus instancias, del Ejecutivo, de los organismos descentralizados como gobiernos provinciales y cantonales, juntas parroquiales y de toda la sociedad civil,  velar por la subsistencia de este extraordinario manantial de producción de alimentos y  riqueza.