L a autonomía no hace más o menos felices a las personas, las hace autónomas. Es axiomático, la autonomía no consiste en tener un buen amo, sino en no tenerlo. La autonomía no es un privilegio es un hábito que ha de adquirirse. Friedrich Nietzsche (1844-1900), dijo: A veces la gente no quiere escuchar la verdad porque no quiere que sus ilusiones se vean destruidas. A propósito, debo reiterarle al prefecto de Manabí que hay que tomar decisiones y asumir que el destino de Manabí es la autonomía.
Ser un prefecto autónomo no significa ser enemigo del gobierno, como lo ha demostrado el prefecto del Guayas Jimmy Jairala. Además, don Mariano Zambrano sabe que cuando se decide un proyecto financiero ha de responderse qué hago, cuándo (corto, mediano, largo plazo) y cuánto necesito para financiarlo. Lo mismo es en la política, pero con la diferencia que lo que se juega no es privado, sino del pueblo. Ciertamente los manabitas han visto como un buen capital político la alianza del Prefecto con el gobernante Movimiento Pais-35. El detalle es que el estilo de hacer política exageradamente pragmática de don Mariano podría crear confusión en muchos y hasta en el propio presidente Rafael Correa, quien no tiene ambivalencias ideológicas y hasta parece haber escuchado al padre-fundador de Manabí, Gral. Francisco de Paula Santander (1792-1840), cuando sentenció: “Vale más un desengaño, por cruel que sea, que una perniciosa incertidumbre”.