Como para muchos interesados no estaba previsto, el Código Integral Penal desde su corta vigencia a partir del 10 de este mes de agosto, ya comenzó a generar serias polémicas sobre el espíritu de ciertas normas en su real aplicación y que terminarán siendo debatidas en el marco constitucional, habida cuenta que afectados o beneficiados de acuerdo a puntuales apreciaciones, son parte del entorno político empresarial ,
Abrió el debate, los condenados por injurias, unos cumpliendo condenas; y otros, en el ostracismo, no obstante al singular hecho que la configuración de este delito, fue despenalizada por el nuevo marco legal, y como era de esperarse, los que fueron encontrados culpables de haber proferido injurias contra el Presidente Correa tratan de nulitar sus sentencias condenatorias, y ya ardió Troya.
De otra parte, entre las discutidas normas vigentes, están las Islámicas sanciones y contravenciones; que conlleva el ingerir uno y hasta cuatro vasos de cerveza, con sanciones de 15 a 30 días de prisión, lo que elimina de golpe el pretender ingerir copas de vino como acompañante de una cena, sobre todo si se va a conducir su vehículo, habida cuenta que la prueba a la que lo someten, no diferencia tipo de bebidas ingeridas.
El mismo tema que compete a la situación legal del Presidente Bucaram, quien permanece largamente exilado en la república de Panamá, con las normas ahora imperantes que favorecen a la parte procesada, y al singular hecho de que procesalmente, al decir de connotados juristas, no se ha evidenciado de parte del representante de la vindicta pública, el convencimiento de su culpabilidad, el debate y los razonamientos crearan un importante escenario para el pronunciamiento de sus juzgadores.
No es menos cierto que el cuerpo legal vigente también ha creado una serie de temores para el hecho de que parte de sus determinaciones punitivas sean interpretadas en casos puntuales por sectores dominantes en diversos órdenes, para saciar todo tipo intereses en contra de fracciones hoy satanizados justa o injustamente, como parte de todos los males del pasado
En este orden, también es muy preocupante, la configuración que trae el cuerpo legal vigente sobre el delito de Estafa, donde se incorpora la clasificación o señalamiento de una eventual simulación de hechos, que pueden ser catalogados como falsos, deformados, etc., bajo interesadas visiones; y, en este orden, se identifique un acto desprovisto de mala fe, como inducido a perjudicar el patrimonio de una persona, con sanciones que van desde los cinco a siete años de prisión.
Interpretada esta norma en su real dimensión, puede generar serias restricciones de interpretación laboral. Patronal, con muchas limitaciones en la contratación.
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