Siendo Manta el puerto marítimo del Ecuador, a poca distancia de la línea naviera internacional y con profundidades naturales para atracar barcos portacontenedores de 2 a 3 mil contenedores, debe haber numerosos intereses y razones para que a Manta no vengan barcos que traigan o lleven carga.

Los intereses ya los sabemos, es la glotonería de ciertos individuos guayaquileños que se benefician usando su poder político y económico perjudicando al pueblo y al puerto de Manta.

Las razones son algunas que nos da pena decirlo. En los tiempos en que la autónoma  Autoridad Portuaria de Manta tenía dinero a raudales, a nadie se le ocurrió endeudarse para modernizar y rejuvenecer el puerto, a pesar de que algunos de sus personeros viajaron para ver las operaciones de otros puertos. 

No aprendieron nada, ahora tenemos dos muelles internacionales que quedan chicos para atracar 8 o más barcos de los llamados Post Panamá. 

Ademas, la flota pesquera tipo industrial se incrementó considerablemente (140) y ellos tienen todo el derecho de usar las facilidades por el aporte que hacen para la industrialización de la pesca que significa miles de empleos.

Otra razón es la falta de líderes y el conformismo que existe en la ciudadanía. 

Hay que meterse en los asuntos portuarios y justificadamente pedir al gobierno la inversión necesaria para el incremento, la actualización de los muelles y el aumento del rompeolas. Lo que se está haciendo es cosmético, que no resuelve en nada el problema para ofrecer el puerto con instalaciones paupérrimas a una concesionaria. 

El gobierno tendrá que invertir millones de dólares para hacer lo que es verdaderamente importante y necesario para poder ofrecer al puerto como un negocio rentable.