La niña murió la mañana del miércoles en su casa, en el recinto La Trinidad, al recibir una descarga eléctrica por tocar un modular metálico, según dijo su padre a la Policía.

Luego de la tragedia, el cuerpo de la menor fue trasladado al Centro Forense de Manta y se lo retornó a su casa en horas de la noche para ser velado varias horas.

Por la distancia que había hasta La Trinidad, el cadáver fue llevado a velar a la casa de su abuelo materno en la zona urbana de Paján, en la calle 24 de Septiembre, junto a la gallera de la localidad.

El féretro fue donado por el Municipio de Paján, ya que los padres de la niña son de escasos recursos económicos. 

Lo sucedido. Juan Carlos Briones, el padre, dijo que él se encarga del cuidado y alimentación de sus 5 hijos, ya que su esposa trabaja de lunes a viernes en Guayaquil y los fines de semana retorna a Paján.

Según Briones, el miércoles se encontraba con su hija Carla en la casa, ya que sus otros hijos estaban en la escuela.

“Un vecino me llamó, por lo que salí por un instante a ver lo que quería. Cuando regresé encontré a la niña ‘pegada’ al modular”, manifestó Briones.

El padre explicó que al tratar de rescatar a su hija fue alcanzado por una descarga eléctrica. Cuando la pudo ayudar, ya era demasiado tarde, mencionó.