Con las nuevas tendencias del mercado gourmet, Chchukululu creó en el 2004 la primera barra de chocolate fino, que actualmente, según parámetros  de la misma UE, debe contener 60% de cacao puro. Han continuado marcas como República del Cacao, Caony, Pacari, Chocolateca, Kuná, Kallari, entre  otros. Aunque la historia de elaborados se remonta a 1889 con la creación de La Universal por la familia Segale Norero -actualmente en manos del grupo Nobis- y Bios, establecida en Quito en plena I Guerra Mundial,  cuando la familia Oligieser dejó Europa del Este.Otro incentivo lo da el MAGAP mediante Agrocalidad, encargada de emitir certificados  en los distintos segmentos de la cadena productiva, desde la finca, como apoyo a la exportación, pues el mercado europeo requiere nuestro cacao fino de aroma, floral, para su industria. El clon CCN51, que con la mejor fe el agrónomo Homero Castro creó en 1965, logró mayor  resistencia pero perdió las características propias del cotizado cacao  nacional,   actualmente está mejorando su calidad, para surtir otros mercados.

El cacao que navegaba  por el Babahoyo hasta Guayaquil, adquirió la denominación de origen Arriba, pues en el período de mayor bonanza 1880-1915 bajaba de   Palenque y Vinces, donde se originaron grandes fortunas como las de las familias Seminario o Aspiazu, ésta acumuló al menos una veintena de haciendas gracias a uniones matrimoniales entre cacaoteros. La pepa de oro resurge de las plagas y de la baja en la demanda de una Europa en guerra, hacia 1940 al cruzar el Cacao Nacional con el de Trinidad, dando lugar al Complejo Nacional x Trinitario.  En Manabí las zonas que hasta el momento mantienen su prestigio son Calceta y Chone, donde la familia Pólit desarrolló su actividad agroexportadora.Actualmente es socialmente sostenible pues el 59% del cacao es  cosechado en fundos de menos de 10 has, y  un  11 % en fincas de más de 50 has.