Esta idea se me ocurrió gracias a una conversación que tuve con una licenciada médica que me hizo notar algo interesante: La gafas de películas 3D que nos dan en casi todos, sino todos, los cines del Ecuador. Han notado que, primero, el costo de la entrada a ver “TODAS” las películas en 3D valen mucho más que las sin 3D? Segundo, han notado que cada vez que entramos a ver las películas en 3D hay alguien a la entrada de la sala dándonos las gafas 3D y al terminar la película hay alguien en la puerta para que se la devolvamos sí o sí?. No entiendo, las gafas deberían ser mías para llevármelas ya que pago más por ese tipo de efecto visual. Concluyo es que esas gafas 3D que me hacen devolver luego de ver la película 3D son reutilizadas por el próximo usuario en la próxima función, en el mismo día, por muchos otros días y para diferentes estrenos. Interesante manera de ahorrarle al medio ambiente más plástico e incrementar las ganancias de los operadores de cines y todo esto con el aval de las autoridades. 

Y tercero, más interesante aun, y que estoy seguro no todos han notado al respecto. Hay enfermedades altamente contagiosas de los ojos tales como la conjuntivitis y el orzuelo a través de bacterias, hongos y virus que muchas veces provocan hasta la permanente pérdida visual. En este caso, qué mejor manera de transmisión de enfermedades a los ojos sino a través de estas gafas 3D reutilizadas constantemente en los cines? Valdría la pena hacer una estadística de todos los centros médicos del país y comparar el número de casos de estas enfermedades cuando se lanzan nuevas películas taquilleras en 3D. Quién paga por todas las visitas médicas, medicamentos y pérdida de productividad cuando esto pasa? Quién gana? Si usted está de acuerdo conmigo en esta reflexión, entonces concluiríamos que la idea del condón reusable es de lo más repugnante y más que todo irresponsable de nuestras autoridades si algo monstruoso así se diera, que como usted verá ya se da con las gafas 3D.