En la mayoría de escuelas y colegios los arcos son movibles. Eso es un riesgo, aseguran padres de familia como Jéssica Palma.

 

Las escaleras también causan preocupación, señala la directora de la unidad educativa Tiburcio Macías, Sergia Vélez.

En algunas escuelas y colegios ya se están tomando precauciones para evitar que se repitan accidentes con los arcos, como el hecho ocurrido el viernes 25 de julio

En el colegio Olmedo los arcos de fútbol fueron soldados al suelo.

Galo Saltos, vicerrector de la institución, dice que en las tres canchas de uso múltiple que tienen, los arcos están seguros y que incluso sacaron los aros de baloncesto que ya cumplieron su vida útil.

“Realizamos los correctivos para evitar accidentes, peor aún que están los alumnos en olimpiadas”, indicó.

Sergia Vélez dice que las precauciones siempre las han tenido y cuenta que los arcos están asegurados con una cadena y éstas están agarradas a la estructura de la escuela. Los aros para el básquet están empotrados en las columnas.

Aún así algunos estudiantes tienden a quererse subir, por eso siempre hay profesores controlando, señaló.

“Mi miedo mayor son las escaleras, pero gracias a que los hacemos subir y bajar de forma ordenada no ha pasado nada”, asegura.

En esta unidad estudian unos 820 alumnos

Marlene Jaramillo, coordinadora Zonal de Educación,  

dice que el departamento técnico de riesgo, a cargo de Julio Celorio,  está recorriendo los establecimientos para verificar los posibles riesgos y así dar un informe con las recomendaciones que deben tomar los directivos de las instituciones.

Lo señaló el martes en una rueda de prensa.

Dicha disposición es buena para Jéssica Palma, madre de una niña de seis años.

“Como padres también somos culpables de la conducta de nuestros hijos”, dice.

Rosaela Hidrovo dice que ella con tres hijos a veces “no puede”, y no imagina cómo deben sentirse los maestros.

En el colegio Portoviejo aún no hay un pronunciamiento oficial por el fallecimiento del menor.

La unidad está con resguardo policial. Los compañeros del estudiante fallecido reciben ayuda psicológica, confirmó Jaramillo.