Con su mano dura y una forma de conducción unipersonal, se transformó en el referente absoluto del fútbol argentino desde su asunción el 6 de abril de 1979 bajo la última dictadura militar y se mantuvo tras el regreso de Argentina a la democracia y con gobiernos de distinto signo político: peronistas, radicales y de alianzas.

 

Fueron 35 años, 3 meses y 24 días los que se extendió la presidencia de Julio Grondona en la AFA, durante la cual consiguió el segundo título mundial en México 1986, dos subcampeonatos en Italia 1990 y Brasil 2014, seis títulos mundiales juveniles (1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007), una Copa Confederaciones (1992), dos Copas América (1991 y 1993), dos medallas olímpicas de oro (2004 y 2008) y una de plata (1996) y dos títulos panamericanos (1995 y 2003).

“Mientras tenga el respaldo de los clubes y de las ligas del fútbol argentino seguiré en este lugar de privilegio”, dijo en reiteradas oportunidades para justificar su permanencia como cabeza del fútbol argentino.

Tras el fallecimiento de Grondona, el mundo del fútbol argentino y mundial se hizo eco de la noticia. Así, la AFA decretó siete días de duelo y suspendió todos los partidos de esta semana. Además, la Conmebol sostuvo que es la pérdida de un “baluarte del fútbol”. También las federaciones y jugadores de fútbol han hecho dado a conocer expresiones de pésame.