Quedan entonces dos importantes obras/decisiones por las que clama Montecristi. Sin discusión, una es el Hospital y/o Maternidad de ese cantón que deben servir a la creciente población de 70 mil habitantes, para que -paradójicamente- vuelvan a existir nativos de Montecristi; las explicaciones están demás respecto a esto. Se conoce que el flamante GAD de este cantón -aunque este rubro es solo de su cívica responsabilidad- ya está gestionando lo anotado, a lo que aporto sugiriendo se amplíen sus gestiones al IESS, dado que gran parte del aparato industrial y pesquero -que se considera es de Manta por la mancomunidad de hecho y cercanía- realmente está asentado en tierras del cantón cuna de Alfaro y en su antigua parroquia Jaramijó, por lo mismo, el importante IESS debería sopesar este argumento para con un hospital servir a sus afiliados de esa productiva -y en habitantes-  creciente zona territorial, descongestionando a la vez los existentes hospitales de Portoviejo, Manta y Jipijapa.

El otro tema, tanto o más importante, es el de la Administración de Justicia (con mayúsculas por su vital importancia); sin abundar, es paradójico que donde se trató, discutió y nació la actual Constitución que nos rige, un casi verdadero templo, tal es la conocida Ciudad Alfaro, misma que en un administrativo edificio adyacente hasta tiene áreas sin ocupación, los dos juzgados y la notaría de Montecristi, inconcebiblemente funcionen en antitécnicos -por decir lo menos- locales de atención a los ciudadanos que se merecen mejor trato y atención. Además, y lo más grave ¿quién explica la postergación que sufre el cantón Montecristi -y en este rubro también se agrega el cantón Jaramijó- ya que los dos sumados, con una creciente población de 110 mil habitantes, tienen solo 2 juzgados civiles y laborales y ni uno penal, cuando por las sabatinas y otros medios se conoce que por cada 11 mil ciudadanos debe haber un juzgado para la administración de justicia? ¡Echemos números! Supera lo paradójico y es simplemente inconcebible lo que anoto, que abona a que podría darse a la población una mala y demorada Administración de Justicia, lo que realmente es generar Injusticia (con mayúscula por lo perjudicial que es para la sociedad).