Esa madrugada iba decidido a conseguir la cita de control con el urólogo que necesita su padre Samuel Sánchez, de 87 años, quien tiene un problema prostático.

Salió en su motocicleta antes de las 04h00 desde Manta. Era el sexto intento. Aunque tenía el “pase” del médico no lograba desde abril agendar la consulta en el hospital Verdi Cevallos Balda (VCB).

Fue el primero en llegar de las 25 personas que entre la madrugada y primeras horas de la mañana buscaron también separar cita.

A veces llegan más de 60 personas, comentó un guardia de la casa de salud.

María Pinargote cuenta que dos veces le ha tocado madrugar para conseguir una cita traumatológica para su hijo de 16 años. “He ido a las cuatro y media y ya hay gente”, dijo. 

Costumbre. César Cedeño sólo quería saber si ya podía despreocuparse del dengue que lo afectó días atrás.

Su médico en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) le envió unos exámenes de laboratorio.

“Siempre madrugo, así uno aprovecha mejor el día”, dijo este agricultor del sitio Milagro de Riochico, que esperaba volver a sus cultivos de plátano y limón.

Lucía Veintimilla, jubilada de 78 años, tenía a las 05h00 el turno 1. Vive en la ciudadela Los Bosques e ir al hospital del IESS le resultó cercano.

No fue así con Nubia Cedeño, que llevaba a su madre Francisca Cedeño, de 77 años, desde Chone a hacerse unos exámenes. Fletaron por 40 dólares un taxi para salir antes de las 04h00. “Me dijeron que si le hacían los exámenes en Chone no podían hacerle completo. Por eso me mandaron acá”, explicó mientras abrigaba a su madre con una manta ante el frío de la madrugada.

Medidas. Juan Carlos Rodríguez, director médico del VCB, informó  vía correo electrónico que “desde octubre del 2013 se terminaron las largas filas de centenares de personas madrugando en las afueras del hospital para poder agendar una atención o cita médica. Desde esa fecha se puso en marcha el nuevo sistema de agendamiento por medio de los agendatarios de los distritos de la provincia”. (ver pasos) Explicó que enfrentan una gran demanda de toda la provincia, especialmente en traumatología, neurología, gastroenterología, cardiología y diabetología.

Desenlace. “Fue en vano”, dijo con pesar Eulogio Sánchez al ser entrevistado telefónicamente horas después para esta crónica.

“Me dijeron que no hay citas. Que el médico estaba de vacaciones y se han acumulado. Tengo que volver”. Será su séptimo intento.