Esto significa la paralización del campeonato nacional de este deporte, justo faltando dos partidos para la culminación de la primera etapa de la serie A, mientras que en la B se jugó la primera fecha de la segunda etapa.        

La problemática estriba, principalmente, en la deuda que los clubes mantienen con sus jugadores, en algunos casos hasta por seis meses, trastocando su estabilidad personal y, mucho más, del hogar de los afectados, quienes para sobrevivir deben hacer malabares y endeudarse abiertamente.

La situación es preocupante desde el punto de vista humano y laboral, pues las contrataciones deberían hacérselas con plena seguridad de una respuesta eficiente, sin dejar de lado los riesgos u atrasos a presentarse por la misma característica del trabajo. 

Esperamos que llegue pronto una solución justa para los jugadores, a quienes hay que brindarles una mayor protección en su oficio, igual al de todos los trabajadores en el Ecuador. Y que los clubes  asuman sus responsabilidades legales antes de llegar a la zona de conflicto.