texto. “Para mencionar a Isidoro Lara, su tránsito vital y sus servicios a Portoviejo, debemos escarbar un poco sobre sus ancestros.

Jorge Isidoro Lara Mendoza es hijo de Isidoro Lara y Espinosa, guayaquileño nacido en 1858. Las primeras referencias sobre las actividades de la juventud del guayaquileño se remontan al 14 de diciembre de 1876, año en el que, integrando las fuerzas liberales revolucionarias de Veintimilla y Urbina se bate en Galte contra las fuerzas gobiernistas de Sarasti enviadas por el presidente Borrero. Las carabinas de repetición marca Rémington, por primera vez usadas en el país, decidieron el triunfo revolucionario. La posterior traición de Veintimilla ya marca la defección inicial del espíritu revolucionario puro, defección que después sería traición para algunos. 

Inicialmente triunfante la revolución, Veintimilla se encarga del poder y tiene que soportar en enero de 1877 los ataques, desesperado del general Yépez que comandaba las últimas fuerzas de un deshilachado conservadorismo. Ahí Isidoro Lara también brilló entre las fuerzas defensivas.

Integrado totalmente a las fuerzas liberales radicales, Isidoro Lara participó en las campañas liberales desde 1883 a 1887, peleó en Mapasingue al mando de Eloy Alfaro, y luego fue un activo y valeroso “chapulo” dirigido por Estrada Carmona y Nicolás Infante. 

En mayo de 1886 se casó en Portoviejo con la Sra. Ana Mendoza. Dos meses se avencindó en Portoviejo, puesto que la sangre revolucionaria lo dominaba. En campaña nuevamente, murió en un combate en las montañas guayasenses del Tigre el 20 de junio de 1887 sin haber conocido a su hijo, Jorge Isidoro, nacido en Portoviejo. Pérez Pimentel sostiene, en cambio, que fue fusilado en Guayaquil por orden de Plácido Caamaño, orden ejecutada por Reinaldo Flores el 20 de junio de 1888.