San Pedro, como todos sabemos, fue el más destacado apóstol de Jesús, era pescador en Betsaida. Nuestro señor Jesucristo lo nombró cabeza de la iglesia, como también escribió dos de las epístolas del nuevo testamento.

San Pablo llamado también Saulo, fue dinámico apóstol de Jesús, él persiguió a los cristianos hasta que se le apareció Cristo (h.34 DC).

En el concilio de Jerusalén defendió  los derechos a los gentiles, como también escribió gran número de las epístolas; al parecer llegó hasta España en uno de sus viajes, al final sufrió  martirio en Roma.

Es tanta la devoción a estos idolatrados santos que por lo general existen en Manabí poblaciones muy creyentes a estos venerables apóstoles. Las poblaciones que festejan con profundo amor estas tradicionales fiestas son las siguientes: Manta, Crucita, Picoazá, San Vicente, Charapotó, Jaramijó, Macahalilla, Jama, Montecristi, Portoviejo, entre otras comunidades de la provincia y el país. 

Particularmente me causa emoción, aunque en lo personal no soy idólatra, ver a las comunidades católicas manabitas, como cada año se esmeran por organizar distintos actos, tanto deportivos como sociales. Estos acontecimientos lógicamente nos hacen olvidar la crisis económica existente en este país.

Sin embargo, por otro lado tengo que manifestar y censurar en honor a la verdad el insensible  derroche de dinero que lamentablemente gastan los devotos, por lo tanto como hombre de opinión creo necesario hacer una reflexión sobre este aspecto.

Comienzo por indicarles cultos lectores de El Diario, que soy respetuoso de las costumbres y tradiciones de nuestro pueblo ecuatoriano, más aún sabedor que ellos lo hacen en forma sana y con postura cristiana. Lo que si considero prudente y justo es alentar a quienes están al frente de la organización de San Pedro y San Pablo, para que en el presente o futuro opten por incorporar la respectiva labor social que tanto hace falta a personas desposeídas. Esta actitud altruista complementaria estas festividades religiosas y lógicamente se consolidaría mayor bendición de parte de los apóstoles antes mencionados.