Es lo que acontece con el proyecto de Código Monetario y Financiero que con el carácter de urgente fue enviado por el Ejecutivo a que lo trate la Asamblea, mismo que sabemos contiene una disposición que a los funcionarios de la Junta responsable de decisiones claves, dada la terminología empleada, los harían diferentes a nosotros, sin sanciones por sus posibles errores; hay otras partes que -según expertos- conforme están redactadas, dejan abierta la interpretación de autoridades y pondrían en peligro la dolarización que luego de la debacle bancaria del siglo que pasó nos ha traído la estabilidad monetaria extranjera que gozamos; esto -advierten conocedores- aumenta el peligro de que se emitan dólares virtuales o ficticios, como sucede con los -dicen- 100 millones en monedas fraccionarias de 50, 25, 10 y 5 centavos, que actualmente usamos sin realmente ser dólares ni sucres.
Qué hay que aumentar mayores y estrictos controles para todos los operadores financieros y de seguros, es cierto y muy necesario, pero se piensa que esto no es visa para que políticos y/o sus cercanos, a quienes no les hemos entregado a guardar nuestro dinero, decidan sobre su utilización; porque sino, mejor obliguémonos a ahorrar y depositar directamente en los estatales banco Central, Fomento y/o el BIESS, aunque en él indirectamente si lo hacemos por la obligatoriedad mensual con su matriz el IESS. Se cree que entre los nombrados bancos estatales y “Colchón-Bank” ganaría éste por el factor Confianza. Así que, nuestros representantes en la Asamblea mientras más identificados estén con el Ejecutivo, para ayudarlo en su función y resultados, se sugiere debatan ideas como las de esta nota para mejorar el contenido y redacción de ciertos artículos de la aludida Ley; lo que sería legislar con sapiencia, favoreciendo así a la patria y sus habitantes.