Actualizado hace: 938 días 4 horas 57 minutos
Freddy Solórzano
Manuela  Está triste

Manuela lleva siete días durmiendo mal y llorando, porque después de 14 años no está más en su cama Pupi, su perrapequinés. Era su bebé, su niña querida, su compañía.

Viernes 18 Julio 2014 | 04:00

Su muerte le causa más dolor que el día que su última hija, de 27 años, se marchó de casa hace 10 meses porque se casó.
Manuela no quiere un perro que reemplace a Pupi, porque aquello sería traicionar el amor que se tenían.  
Una investigación hecha en un pueblo europeo estableció que en casa de los ancianos que vivían solos era más frecuentes que se dañaran los electrodomésticos. Luego se descubrió que los ancianos los dañaban para tener un rato de compañía cuando los llevaban a repararlos. Manuela siempre dijo que no se sentía sola en su casa luego de que se marcharon los hijos y el marido había muerto hace una década, porque tenía de compañía a Pupi. Ahora sus hijos temen por su salud y la visitan con más frecuencia. No quieren que ella empiece a dañar el televisor o la radio para tener compañía.
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