De nuestro fundamento histórico que fue la revolución liberal, resurgimos como el ave fénix a una revolución de Ideas y libertad; es la revolución del socialismo del siglo XXI. A 7 años de haber recuperado la dignidad y estabilidad de todo un pueblo, sentimos haber recuperado la patria, tenemos un Ecuador diferente; un país que recuperó su status republicano y democrático y es el orgullo de millones de ecuatorianos. Tengamos presente compañeros, que la revolución ciudadana no puede fracasar jamás, fue y es la lucha de millones de ecuatorianos. ¡Nosotros!. ¡Todos unidos!, fuimos los precursores de un proyecto político llamado PAIS (Patria Altiva I Soberana); proyecto que busca la construcción del verdadero Plan Nacional de Desarrollo. Somos el puntal de nuestro proyecto, por ello, en el ejercicio del poder y la participación ciudadana, es nuestra obligación y deber moral continuar este proceso de cambios, proceso que se ve y se siente a lo largo y ancho del territorio nacional.

Los soldados de la revolución que queremos que este proyecto sea para siempre, debemos exigir respeto a los líderes de turno, respeto a las bases, ¡no olvidemos!, somos los mandates y dueños de nuestro destino, identifiquemos a quienes perversamente se han aprovechado de la revolución ciudadana y han traicionado el proyecto; ¡farsantes!, sepultémoslos en el hoyo oscuro de la traición. Exijamos su cumplimiento, caso contrario, ejerzamos nuestro derecho a la acción ciudadana. ¡Que el buen vivir, la libertad, la dignidad y la democracia, se plasmen en los ejes de la revolución ciudadana!

Si los líderes de este proyecto político, apuntalado por la revolución ciudadana, fracasan, por su inoperancia o mezquinos intereses, siempre tendremos el poder para castigarlos; ¡pero jamás!, ¡jamás!, permitamos que la revolución que es muy nuestra fracase. Que esta revolución sea para siempre…!  Viva la revolución ciudadana, viva el Ecuador!