Todo ocurrió el pasado martes, a las 21h00, en el barrio San Pablo de la cooperativa Virgen del Cisne, en el cantón La Concordia, provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas.

La casa donde vivía Solórzano con su pareja y sus dos hijas menores de edad fue el lugar donde se cometió el asesinato. 

Según un informe policial, después del crimen de la mujer, Willian M., esposo de la occisa, intentó suicidarse asestándose varias puñaladas en el pecho, por lo cual fue ingresado en el hospital Gustavo Domínguez de Santo Domingo, donde permanece bajo resguardo policial.

Vecinos de la pareja dijeron a la Policía que creen que él fue quien la mató.

Gritos.  Los gritos de auxilio de Andreína Solórzano alarmaron a los vecinos.

Contaron a los agentes que fueron en su ayuda, aunque no lo lograron.

Algunos intentaron salvarla, pero el asesino tenía encerrada a la mujer en uno de los cuartos de la vivienda, añadieron los moradores.

Ana Zambrano, vecina, relató que cuando ella subió a la casa ya era tarde. Solórzano había muerto.

A trabajar. Hace más de un año Willian M. trabajaba en Puerto Quito, señalaron algunos habitantes del lugar.

Manifestaron que el hombre se iba a Puerto Quito los lunes en la madrugada y retornaba a La  Concordia los viernes, pero en esta oportunidad llegó  el martes.

Los vecinos dijeron que desde temprano vieron a Willian M. cuando afilaba un cuchillo. Esa fue la última ocasión que lo observaron antes de que su mujer fuera asesinada, comentaron.

Asunción Solórzano, madre de la víctima y  quien reside en Puerto Quito, llegó la noche del martes a la casa de su hija.

Al encontrarla sin vida se preguntaba, en medio del llanto, “¿por qué la mataron?”.