Bella García, presidenta de El Prado dijo que uno de los inconvenientes que afronta la comunidad es el desabastecimiento del líquido vital, desde hace un mes aproximadamente.
Ella recordó que meses anteriores el caudal de agua era fuerte y todos se abastecían con normalidad, pero a raíz que empezaron a conectarse instalaciones clandestinas en el sector, la presión bajó con el consecuente perjuicio de no tener agua.
En el lugar se dijo que los fines de semana o en las madrugadas son los días y hora donde arriban los tanqueros a abastecerse del agua potable en las conexiones clandestinas que están dentro de los cerramientos de terrenos habitados y desocupados.