Esta es una tarea que cada vez más personas realizan en la comunidad Los Arenales de Crucita. Con el regreso de la pesca luego de una mes de veda, la economía de todo el sector se dinamiza. Más cinco mil personas viven de este pescado.

La mayor parte del producto se va primariamente a las enlatadoras o industrias de Guayaquil y Manta que lo convierten en sardinas.

Sin embargo, en la actualidad más familias se unen para darle un valor agregado al pez. Por ahora se dedican a hacerlo cubitos  y venderlos en tarrinas listo para hacer ceviches.

Elba Calderón, quien tiene 5 años en esta actividad, destaca que es un trabajo de mucha paciencia, pero que deja utilidades, agregó que no hay cifras concretas, pero que se lo realiza en familia en cada casa, donde solo tiene que habilitar mesones, conseguir cuchillos de todas medidas y con mucho filo. Además tener neveras para guardar el producto.

Ceviche. Nely Mero, quien también trabaja en esta labor, menciona que a la pinchagua hay que cortarla con mucho cuidado, ya que el objetivo es no dejarle las espinas, y una vez que está en cubitos se le agrega limón y se lo pone en tarrinas grandes, cuyo costo al público es de 2,50 dólares. 

Un grupo de mujeres ha conformado una microempresa llamada Asociación de Comercializadoras de Productos del Mar Los Arenales, y construirá una planta de 336.696 dólares.