Su expareja estaba cegado por la ira, porque a pesar de que ella le había permitido el ingreso a la casa desde hace un mes, no quería volver a estar con él, dijo Ismenia R.

“Le rogué que no me matara, que si no lo hacía yo iba a volver con él, pero que me perdonara la vida y la de mis hijas, pero no me escuchaba”, dijo la mujer.

El hombre logró realizarle un corte en la muñeca izquierda a Ismenia R. y para acabar con la vida de ella le realizó un corte en el cuello, pero la mujer sobrevivió y fue defendida por una de sus hijas de 11 años, quien también recibió un corte en el cuello. Como pudo, Ismenia R. tomó 

fuerzas para huir junto a sus hijas y pidió auxilio a sus vecinos.

Cuando la Policía llegó al lugar, el exesposo de Ismenia R. se había suicidado colgándose de una soga.

Estadísticas. Historias como la de Ismenia R. se registran con frecuencia tanto en Manabí como el resto del país.

Según la última encuesta nacional de Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres, realizado en diciembre del 2011 por el INEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), en las 24 provincias del Ecuador la violencia de género afecta a más del 50% de mujeres. Es decir que 6 de cada 10 han sufrido algún tipo de violencia. 

De acuerdo a las estadísticas, la forma de violencia más recurrente es la psicológica, seguida por la física, la patrimonial y por último la sexual.

En el censo se indica que Manabí se encuentra en el penúltimo lugar en violencia de género. Los primeros puestos los ocupan Morona Santiago, Tungurahua y Pichincha.

Para Carlos Terán, consultor del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Manabí, estas cifras no significan que las mujeres sufren menos violencia en la provincia, sino que más bien hay un poco más de tolerancia hacia el maltrato y muchas mujeres no denuncian los casos porque los ven como algo “normal”, tienen miedo, les faltan recursos económicos o desconocen las leyes que las amparan.

El UNFPA es una agencia de cooperación internacional para el desarrollo que promueve el derecho de cada mujer, hombre, niño, niña, joven y adolescente, a disfrutar de una vida sana y brinda asesoría al Ministerio de Salud.

Femicidio. Según la psicóloga Mariana Bermúdez, muchos de los casos de violencia suscitados en la provincia pueden adoptar la figura de femicidio.

Los efectos o consecuencias de la violencia intrafamiliar son justamente la violencia aprendida y reforzada como un patrón “normal” de convivencia que va dejando secuelas emocionales muy marcadas en sus integrantes, explica la psicóloga. 

“La violencia entre padre y madre afecta a los hijos lesionando su autoestima y su confianza en los demás en el futuro, creándoles problemas psicológicos y emocionales como depresión, ansiedad, que impiden su pleno desarrollo humano”, explica Bermúdez.

La psicóloga señala que Guayaquil es la ciudad en la que más femicidios se reportan, seguida de Portoviejo, de acuerdo a estudios realizados en el 2010.