Una amiga lectora me escribió comentándome que su hija de 4 años se mordía cuando ella no le daba lo que quería, ponía los dedos en el filo del cajón y lo cerraba, machucándose. La madre corría para no permitírselo, la aconsejaba y de inmediato le daba lo que quería para evitar que se hiciera daño. ¡Grave error¡ pensé.