En efecto, el domingo 23 de 7 de la mañana a 5 de la tarde, durante 10 horas, el pueblo ecuatoriano tendrá la oportunidad de manifestar su voluntad democrática acercándose a la respectiva Junta Electoral y depositando su voto en la urna  correspondiente.

Se espera, eso sí, que lo del domingo sea algo puro y respetuoso de la voluntad popular. 

Que se rectifiquen los errores cometidos a través del tiempo transcurrido dentro de ese proceso electoral. 

Que no se siga manipulando esta campaña que hasta ahora lo que ha hecho  es tratar de favorecer a los candidatos llamados oficiales y combatir de diversas maneras a los identificados como de oposición. 

La desigualdad en aplicación de la Ley Electoral ha sido algo notorio y descarado, contraviniéndose lo que establece el Código de la Democracia, ya que la actividad y la publicidad proselitista se ha venido dando sin que esto llame la atención del organismo regulador, a pesar de las reiteradas denuncias ante la inequidad y la exagerada exposición que se ha venido haciendo en el día a día a través de diversas maneras y utilizándose los diversos medios. 

De acuerdo a la ley, la campaña proselitista debe terminar mañana, esto es el jueves 20 a las 12 de la noche. 

Ojalá sea así y que se cumpla principalmente por quienes deben ser los primeros  en respetar la ley; y que no se sigan utilizando los medios y los dineros públicos, como hasta ahora ha venido sucediendo.

La voluntad popular manifestada en el voto debe ser respetada en las juntas electorales en el llamado conteo rápido, así como en los respectivos tribunales. 

Que no se manipule el otorgamiento del voto al ingresarlo al computador. 

Y que el resultado favorezca solamente al candidato realmente ganador dentro de un proceso llamado democrático. 

Para ello,  los representantes de los partidos y movimientos políticos deben estar muy atentos de lo que se hace, para que los resultados preliminares por ellos obtenidos coincidan después con los finales dados oficialmente y terminar así con la consabida manipulación que, con dedicatoria, se ha venido dando en este país que tanto necesita de los cambios que nos lleven a tener un mejor Ecuador.

Con una real, verdadera y respetuosa democracia.