Los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) cantonales tienen que abocar conocimientos y responsabilidades, ejercerlas en toda intervención que se realice en sus jurisdicciones sin excusa alguna. Igual se debe promover la participación ciudadana a través de la Silla Vacía, pero con organizaciones electas, sin presiones y no integradas por personas afines a las mismas entidades que deben ser objeto de la veeduría ciudadana.   Se trata de evitar contratos no claros, obras a medias en que planes urgentes, como de agua potable, cumplan 5 años de retraso y todavía no se sabe cuándo culminarán. 

Otros proyectos duermen el sueño eterno, pues no fueron planificados bien con los recursos; luego se dijo que no eran suficientes, todo esto perjudica a las colectividades. De las diversas entrevistas llevadas por los medios de comunicación se colige que la totalidad de candidatos priorizan el abastecimiento de agua potable, el más acuciante problema en Manabí. 

Igual alcantarillado sanitario y pluviales, esto es salud. 

Luego es imprescindible que en forma mancomunada se afronten estas deficiencias en una labor unificada de los GAD’S con el gobierno central, para enfrentar unidos estas obras con fondos suficientes, gran tarea urgente de acometer.  En el caso de Manabí, tiene que darse una gestión permanente de financiamiento para planes de saneamiento de desechos sólidos, soluciones habitacionales y obras de desarrollo urbano, así como gestiones empresariales que creen ocupación para jóvenes y adultos, entre ello especial atención al sector productivo agropecuario del que nos abastecemos alimentariamente.  

Así avanzaremos hacia un mejor porvenir, eligiendo a quienes cumplan en verdad con lo planteado, que se produzca más con tecnología y que la distribución de los recursos tenga un rostro más equitativo y solidario. Además, no puede perderse de vista la seguridad que da tranquilidad para el trabajo creativo.