Los informes ya existían, y estaban documentados con estudios médicos y científicos, mucho antes de que el Wi-Fi entrara en nuestras casas y nuestros hijos estén directamente expuestos. El peligro de los efectos biológicos de esta tecnología, que son letales para la humanidad, han sido hábilmente ocultados al público, para proteger las ventas y las millonarias ganancias de las empresas a nivel mundial.

De acuerdo con John Goldsmith, asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Ciencias de la Comunicación, y la Epidemiología, la exposición a la radiación de microondas del Wi-Fi, es la principal causa en un 47,7% de los casos de abortos espontáneos antes de la séptima semana de embarazo. Goldsmith destacó que el nivel de radiación de las mujeres en el estudio tenía una diferencia de cinco micros vatios por centímetro cuadrado, por debajo del nivel que reciben los estudiantes en un aula equipada con transmisores Wi-Fi desde la edad de cinco años.

También reveló que en los niños la absorción de microondas puede ser diez veces mayor que los adultos, porque el tejido cerebral y la médula ósea de un niño tienen conductividad eléctrica, por el mayor contenido de agua, y pueden transmitir cualquier daño de generación a generación a través de la línea materna. Sin embargo, un amplio informe que fue elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre “Efectos biológicos y daños a la salud por irradiación artificial de microondas de radio frecuencia.”, fue clasificado “Documento Secreto”. 

Para los científicos es imperativa la creación de leyes que limiten a los niños y los adolescentes el uso de los teléfonos móviles y eliminen de las aulas la irradiación de los Wi-Fi. Además advierten que si continúa la propagación incontrolada de los sistemas Wi-Fi, para el 2020 el cáncer y mutaciones genéticas se extenderán por todas partes del mundo a nivel de pandemia en muchos países.